Artículos del boletín

El madereo involucra la operación de remoción de árboles del bosque. Cuando se lleva a cabo con fines industriales, implica operaciones a gran escala y se convierte en una de las causas fundamentales de la deforestación mundial. Es también una amenaza importante para los bosques primarios que todavía existen en el mundo, donde se seleccionan las especies más escasas y valiosas.
Aunque muchas ONG creen que la certificación de madera y otros productos del bosque es una buena idea, existen dudas sobre si el proceso mismo se está moviendo en la dirección correcta. El tema ha producido enfrentamientos entre organizaciones ambientalistas en países como Brasil, donde algunas ONGs están trabajando duro para convencer a las compañías madereras para que adopten la certificación del Consejo de Manejo Forestal (FSC por sus siglas en inglés), mientras que otras ONGs acusan a las primeras de promover de esa manera una mayor destrucción de los bosques.
Y por último, el gran perdedor en este negocio es el planeta en su conjunto. Los bosques en general y los bosques tropicales en particular juegan un rol crucial en el funcionamiento de la Tierra como un todo. Son los que regulan el clima y constituyen algunos de los reservorios más importantes de carbono en el Planeta. El carbono almacenado en los bosques del mundo es diez veces mayor que todo el combustible fósil que se ha quemado en los últimos cien años.
Hay muchos esfuerzos bien intencionados para detener de alguna forma la tendencia destructiva que amenaza la existencia de los bosques. Uno de estos esfuerzos se centra en abordar el tema de las operaciones ilegales de madereo con vistas a reducir la producción de madera tropical. Pero hasta la fecha, la escala de madereo ilegal es enorme y ni los gobiernos ni la industria de los países consumidores han dado pasos para eliminar la madera ilegal de la cadena de la oferta.
El tema bosques está siendo abordado en tres importantes procesos internacionales: el Convenio de Diversidad Biológica (CDB), el Foro de las Naciones Unidas sobre Bosques (UNFF) y la Convención sobre Cambio Climático (UNFCCC). Hasta hace poco, los tres procesos parecían moverse en direcciones diferentes y no demasiado positivas, pero ahora hay algunos signos que indican que tal vez la situación está mejorando.
Ubicada en el corazón del continente africano, la República Democrática del Congo (RDC) tiene una superficie de 2,3 millones de kilómetros cuadrados que cubre la mayor parte de la cuenca del río Congo, y tiene una estrecha salida al océano Atlántico.
Con una superficie total de 268.000 kilómetros cuadrados, 80% de los cuales son bosques y muchos de ellos bosques tropicales primarios, Gabón es el segundo productor de madera de África. La madera de las especies Okoum�, y en menor medida Ozigo, representan el grueso de la producción de Gabón, constituyendo el 80% de la producción total de madera del país.
Durante la reunión del órgano Subsidiario sobre Asesoramiento Científico, Técnico y Tecnológico (SBSTTA por sus siglas en inglés) del Convenio sobre Diversidad Biológica, realizada en Montreal, Canadá entre el 12 y el 16 de noviembre, las ONGs plantearon el tema de la contradicción entre los compromisos asumidos por el Gobierno de Kenia y sus acciones en relación a la conservación de la biodiversidad de los bosques.
Norsk Hydro, una sociedad anónima noruega con inversiones en metales livianos, petróleo, industria petroquímica y agricultura, junto con la empresa transnacional canadiense Alcan y la empresa india Hindalco está planificando la explotación de bauxita en tierras tribales sagradas en el estado de Orissa en el este de la India. El proyecto también incluiría el procesamiento de un millón de toneladas anuales de bauxita mediante una joint venture con la compañía Utkal Alumina Industries Ltd (UAIL).
El 15 de setiembre, más de 500 personas de varias comunidades vecinas prendieron fuego a los equipos de madereo propiedad de la compañía maderera Argo Nusa, subsidiaria del conglomerado maderero Jayanti Group, cuyo dueño es Bob Hasan, uno de los compinches de Suharto, que actualmente enfrenta cargos por corrupción.
El desarrollo de la industria de palma aceitera en Indonesia está asociado con asesinatos, violaciones de derechos humanos, destrucción de comunidades y culturas locales, y pérdida de bosques. Muchas comunidades locales y ONGs han luchado contra este modelo industrial destructivo durante años, tanto a nivel local como internacional. Esta lucha ha tenido recientemente un logro muy importante que resulta necesario compartir con todas aquellas personas comprometidas en luchas similares.
Hasta ahora han sido pocas las plantaciones forestales industriales a gran escala en Laos que han tenido un resultado satisfactorio. Sin embargo, las compañías y organismos de asistencia tienen interés en promoverlas y para ello recurren a la introducción de cambios en la política forestal y a subsidios. El Banco Asiático de Desarrollo (BAD) lleva la batuta en el tema plantaciones en Laos, en especial a través de su "Proyecto de Plantaciones Industriales Forestales" (ver Boletín 43 del WRM).