Resulta cada vez más evidente que los esfuerzos de los gobiernos, ONGs, instituciones y empresas para que REDD sea la principal estrategia de reducción de la deforestación no está dando buenos resultados en los países con bosques tropicales. La tala continúa a todo vapor impulsada por diferentes "proyectos de desarrollo” como la minería, las plantaciones industriales de palma aceitera, de soja y de otros cultivos, las hidroeléctricas y las infraestructuras para facilitar el desplazamiento de materias primas.
Artículos del boletín
A continuación sigue un resumen del contenido de la nueva publicación de contenido popular elaborada por el WRM. “10 alertas sobre REDD para comunidades” pretende dar información sobre el tema, resumiendo las experiencias concretas de diversas comunidades con proyectos REDD en todo el mundo, registradas por el WRM.
La amenaza del cambio climático se ha incrementado, así como la inserción de los mercados financieros en todos los campos de la vida, incluido el cambio climático.
Este artículo está basado en una visita de campo de cuatro días y en conversaciones con los aldeanos de 5 de las 7 comunidades más afectadas por el proyecto. Los aldeanos expresaron quejas sobre los supuestos beneficios del proyecto, y argumentaron que la destrucción de los bosques no se ha detenido dentro de la zona del proyecto REDD, mientras que la expansión de la palma aceitera, de la tala y de las actividades mineras en la zona circundante socava aún más el objetivo de reducir las emisiones debidas a la deforestación.
Introducción
La supervivencia de poblaciones tradicionales en la región costera de Paraná viene siendo seriamente amenazada por iniciativas privadas de apropiación de áreas de bosques en la región, para fines diversos.
Dado que los intentos de negociar un nuevo instrumento para la mitigación del clima en el marco de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático quedaron en suspenso hasta 2020, el tema de REDD+ ha salido de la arena mundial para centrarse en acuerdos subnacionales, como los que propone el Grupo de Trabajo de Gobernadores sobre el Clima y los Bosques (GCF). Uno de los que encabezan el programa del GCF es el acuerdo entre los Estados de California, EE.UU., y Chiapas, México.
Costa Rica actualmente es reconocida a nivel mundial por el esfuerzo que realiza en la conservación de los bosques. Principalmente se le atribuye este “éxito” al programa de Pago de Servicios Ambientales (PSA), antecedente del mecanismo REDD en Costa Rica.
En el Estado brasileño de Pará aún sobrevive una vasta extensión de la Mata Atlántica, que hace 500 años cubría toda la costa del país y ahora está en grave peligro. Comunidades tradicionales Caiçaras, Quilombolas y Guaraníes habitan en esa zona, y sus estilos de vida están estrechamente ligados a la Mata Atlántica.
Hace cincuenta años, comenzaron a llegar a la zona hacendados que eliminaron el bosque y se apoderaron de la tierra para criar búfalos.
En este mes, mientras en la India tenía lugar una nueva conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica, celebramos también, el 16 de octubre, el Día Internacional de Lucha por la Soberanía Alimentaria.
Del 8 al 19 de octubre tuvo lugar en Hyderabad, India, la 11ª Conferencia de las Partes (COP) del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB). La conferencia tenía entre sus temas centrales la búsqueda de los medios para realizar los Objetivos de Aichi y del Protocolo de Nagoya sobre Acceso y Distribución de Beneficios, adoptados en 2010 en la COP 10, - que constituyeron las nuevas guías (hojas de ruta) para orientar a los países en las medidas a tomar para detener la pérdida de diversidad biológica para 2020, ya que la meta para 2010 había fracasado. (1)
En el contexto de la concesión masiva de tierras que ha tenido lugar durante los últimos cinco años – ya sea para ampliar plantaciones ya existentes o para otorgar nuevas concesiones para palma aceitera o hevea – la compañía estadounidense Herakles Farms, por intermedio de su filial local SG Sustainable Oils Cameroon PLC (SGSOC), planea establecer una gran plantación industrial de palma aceitera y una refinería de aceite. Ambos proyectos se implantarían en una zona cubierta de bosque tropical y rodeada por dos parques nacionales, una reserva de bosque y otra de fauna.
Cerca de cuarenta agricultores de una organización miembro de La Vía Campesina (Serikat Petani Indonesia) de la provincia de Jambi manifestaron el 16 de octubre ante la embajada de Alemania contra los impactos de un acuerdo de intercambio de deuda por naturaleza firmado en 2007 por el gobierno alemán y las autoridades indonesias. El acuerdo tenía el fin de proteger los bosques tropicales de Sumatra, pero terminó resultando en la expulsión, el incendio de casas y el arresto de agricultores que vivían en la zona desde hacía largo tiempo.