Artículos del boletín

En el año 2003 el WRM realizó una visita de campo a Colombia para conocer y recoger testimonios de las comunidades afectadas por las plantaciones de la empresa Smurfit. En aquel momento, plasmábamos en un artículo lo siguiente: “ …La gente local nos dijo que ‘las plantaciones han acabado con el agua’, que ‘las fumigaciones acaban con todo lo que hay en el suelo’, que ‘casi no hay fauna’, que antes había ‘nubes de pájaros’ y que ‘ahora sólo en verano aparece algún pájaro, pero en invierno no’ y que ‘se acabó también el pescado’.
En Abril de 2006, la empresa certificadora alemana GFA Consulting Group otorgó el sello del FSC a las operaciones madereras de la empresa Endesa-Botrosa y a sus plantaciones de árboles ubicadas en el predio Río Pitzará, de 8.380 hectáreas situado en la costa del Ecuador (GFA-FM/COC-1267). La certificación FSC de Endesa-Botrosa, perteneciente al Grupo Maderero Durini, significa un duro golpe para las cientos de comunidades locales campesinas, indígenas y afroecuatorianas, cuyos bosques y modos de vida han sido devastados por esta compañía durante décadas.
En los últimos siglos ha habido una deforestación masiva de las tierras irlandesas. Lo que se sustituyó, se realizó más que nada con plantaciones de coníferas exóticas, prácticamente monocultivos, principalmente a cargo de una empresa: Coillte, que posee 438.000 hectáreas de plantaciones certificadas. En 2002, la empresa Soil Association Woodmark otorgó a Coillte Teoranta la certificación FSC (antes habían sido certificados por SGS).
Organizaciones españolas llevan más de un año reclamando la cancelación de la certificación de “gestión forestal sostenible” concedida por el FSC a la filial de la empresa de celulosa ENCE (Norfor), sin obtener ningún resultado.
Lo que sigue son las conclusiones presentadas en un informe de viaje (disponible en: http://www.wrm.org.uy/paises/Venezuela/Gira2006.pdf) de la investigación realizada recientemente por 4 representantes de la Red Latinoamericana contra los Monocultivos de Árboles en la zona donde se encuentran ubicadas las plantaciones de Uverito, nombre con el se conocen alrededor de 600.000 hectáreas de plantaciones de pinos instaladas en los Estados de Monagas y Anzoátegui.
En tanto uno de sus fundadores, soy responsable al menos en parte de haber permitido que el sistema del FSC adoleciera de una falla fatal en el momento de su establecimiento: dicho en forma simple, las llamadas entidades certificadoras “independientes” acreditadas por el FSC no son, de hecho, para nada independientes.
El 1º de junio de 2006 se llevó a cabo el seminario “Los Derechos de los Pueblos Indígenas y el Avance del Agronegocio: preguntas y desafíos” en la ciudad de Vitória, estado de Espírito Santo, Brasil. Gracias al seminario, las comunidades Tupinikim y Guaraní y otras afectadas por los monocultivos a gran escala, además de varios sectores de la sociedad civil el estado de Espírito Santo, se reunieron para una reflexión profunda sobre este tema.
En marzo de 2006 el WRM publicó “Maquillaje verde. Análisis crítico de la certificación de monocultivos de árboles en Uruguay por el FSC” (véase http://www.wrm.org.uy/paises/Uruguay/libro.html). Este informe concierne a las cuatro principales empresas con plantaciones certificadas e incluye una crítica muy detallada de los informes de las empresas certificadoras que se complementa con entrevistas a trabajadores y gente de las comunidades locales de las zonas vecinas a las plantaciones.
Ecuador es uno de los países con una de las mayores tasas de deforestación a nivel mundial. En este proceso actúan diversos actores entre los que se encuentran no solamente las grandes empresas madereras que típicamente realizan sus actividades de extracción de madera fluctuando entre la legalidad y la ilegalidad, sino también las empresas que deforestan para instalar grandes monocultivos de árboles, desde palma africana hasta pinos y eucaliptos.
Gran parte de la población del mundo –en particular la masculina– está en estos días prendida a los televisores observando el campeonato mundial de fútbol. Si bien muchos son conscientes de que esto ya no es un mero deporte sino un gigantesco negocio globalizado, en el que los jugadores son poco más que gladiadores descartables al servicio de grandes empresas, igual no pueden dejar de ver, disfrutar o sufrir los partidos.
Un documento filtrado del Panel de Inspección del Banco Mundial [1] presenta abundantes críticas a un proyecto de manejo forestal del propio Banco en Camboya, por quebrantar las salvaguardias internas, ignorar a las comunidades locales y fracasar en el objetivo de reducir la pobreza, declara Global Witness, una organización internacional no partidaria -- uno de los nombres propuestos para el premio Nóbel de la Paz de 2003 por su trabajo para revelar de qué forma los diamantes han financiado guerras civiles en África-- centrada en las relaciones entre la explotación de recursos naturales y l
A medida que las manifestaciones del cambio climático se hacen cada vez más apremiantes, se intensifica la guerra para ver quién logra formular sus causas, efectos y soluciones. En todos los ámbitos, populares y políticos, una de las cuestiones políticas clave de nuestra época será cuáles voces se harán oír y cuáles no. En la esfera de la política internacional hoy el género brilla por su ausencia en los debates sobre cambio climático.