Artículos del boletín

Hace tres años un acuerdo entre las autoridades de Gabón y una compañía maderera francesa sacrificó 10.352 hectáreas de la Reserva de Lope a cambio de agregar a la reserva 5.200 hectáreas de un área previamente no protegida de bosques primarios ubicada en una zona remota de las tierras altas (ver Boletín N° 38 del WRM). Este acuerdo sumamente controvertido fue realizado por funcionarios de la organización Wildlife Conservation Society (WCS) con sede en EE.UU.
La compañía Shell Petroleum Development Company of Nigeria Limited (SPDC) --responsable del derrame de crudo de un oleoducto entre junio y diciembre de 1998 en los bosques de manglares de Oyara y su diseminación en arroyos, granjas y sitios sagrados de la comunidad Otuegwe que rodean estos bosques-- está implementando actualmente el proyecto de sustitución de la línea troncal principal del oleoducto SPDC-E.
Timberwatch, una coalición de personas y ONGs ambientalistas, ha renovado el llamamiento que realizara durante la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sustentable en 2002, reclamando al gobierno sudafricano --así como a la industria maderera—la suspensión de la instalación de nuevas plantaciones industriales de árboles en zonas de vegetación natural, especialmente las praderas.
En agosto de 2003, la compañía de generación eléctrica AES Corp con sede en EE.UU. se retiró del proyecto de represa en Uganda auspiciado por el Banco Mundial, por razones económicas. La decisión --que implicó que la compañía cancelara los US$ 75 millones invertidos en el proyecto-- ha planteado dudas sobre el futuro de la polémica represa.
La plantación de especies exóticas --en especial caucho, acacia y eucalipto-- es uno de los factores más importantes que ha cambiado para siempre el bosque de sal (Shorea robusta) de Modhupur, con graves consecuencias para las comunidades indígenas Garos y Koch, que han vivido en el bosque durante siglos.
El Kali Bachao Andolan (Movimiento para salvar el río Kali) llevó a cabo una acción espectacular contra la grave contaminación producida por la compañía West Coast Paper Mills (WCPM), que vierte efluentes sin tratamiento en el río Kali. Los pobladores locales han sufrido enormemente la contaminación durante largo tiempo, ya que se los amenazó en reiteradas ocasiones con la pérdida de puestos de trabajo si la WCPM recibía presiones que la obligaran a actuar de manera ambientalmente responsable.
Long Lunyim es una comunidad Penan de Sungai Pelutan, Baram, ubicada en el departamento Miri del estado de Sarawak, Malasia, que antiguamente formaba parte de otro poblado llamado Long Tepen. Los pobladores de Long Lunyim decidieron hace algunos años dejar el poblado de Long Tepen y establecerse a escasa distancia en una "longhouse" (unidad habitacional y organizativa) aparte, a raíz de desacuerdos con el jefe de Long Tepen por su posición respecto a la invasión de las tierras tradicionales de la comunidad para la realización de actividades madereras.
Los organismos multilaterales y bilaterales --el Banco Mundial, el Banco Asiático de Desarrollo, el Fondo Monetario Internacional, USAID y el Banco Japonés para la Cooperación Internacional-- llevan mucho tiempo otorgando crédito y subvenciones a los países del sur, empujándolos a la trampa de la deuda. Sri Lanka no es la excepción.
El gobierno calificó de chiste la intención de la petrolera Harken Energy de exigir, mediante un arbitraje, $57.000 millones al país. La empresa presentó una solicitud para un arbitraje ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias por Inversiones (ICSID, por sus siglas en inglés). Dicho organismo está adscrito al Banco Mundial y tiene su sede en Washington, EE.UU.
La Comunidad Hoktek T'oi del Pueblo Wichí (Provincia de Salta, Argentina) acaba de ganar una resonante victoria en su acción contra el gobierno provincial por el permiso que en 1996 la Secretaría de Medio Ambiente otorgó a la empresa Los Cordobeses S.A. para deforestar 1.838 hectáreas del territorio tradicional de la comunidad (ver boletín Nº 49 del WRM). Antes de que el permiso fuese otorgado, la Comunidad Hoktek T’oi lo impugnó a nivel administrativo. Tres años después, cuando la empresa deforestadora pidió la prórroga del permiso, la Comunidad volvió a impugnarlo.
En la segunda quincena de setiembre de este año, la ONG ecuatoriana Acción Ecológica organizó en Quito un encuentro nacional en torno al tema “Las plantaciones no son bosques”. El 20 y 21 de setiembre, aproximadamente 40 organizaciones representativas de movimientos indígenas, campesinos, afroecuatorianas, ONGs y parlamentarios de Ecuador, además de representantes de Brasil, Chile y Uruguay, analizaron la problemática de las plantaciones e intercambiaron experiencias acerca de las mismas.
Como tantos otros países del Sur, Uruguay fue convencido (por la FAO, el Banco Mundial y la Agencia de Cooperación Internacional de Japón entre otros) de que debía promover la plantación de árboles a gran escala. Desde el principio fue muy claro que el objetivo era producir suficiente materia prima para la producción de celulosa y por ello se promovió fundamentalmente la plantación de eucaliptos.