Artículos del boletín

Recientemente, Uruguay y la República de Corea firmaron un Acuerdo de Promoción y Protección de Inversiones que, según autoridades del gobierno uruguayo, fija el marco para que puedan realizarse inversiones de Corea en Uruguay. Fijar el marco para que se realice una inversión en Uruguay, por experiencias ya conocidas en este país, puede querer decir rebajar o eliminar impuestos, otorgar permisos de zona franca y dar todo tipo de apoyo a la empresa en sus emprendimientos. 
Se calcula que, a largo plazo, la demanda mundial de papel y cartón aumentará entre el 2 y el 3 por ciento por año, y que en Asia y Europa Oriental (principalmente India, China y Rusia) dicho aumento puede llegar a ser considerable. Se calcula que las exportaciones de pasta de papel de América Latina desde tierras convertidas en monocultivos de árboles, denominados “desiertos verdes”, crecerán un 70% entre 2000 y 2010.
El Día Internacional contra los Monocultivos de Árboles es una buena oportunidad para mostrar al desnudo los mitos que se dicen acerca de las supuestas bondades de los monocultivos de árboles.
Las plantaciones son bosques uniformados. Parecen soldaditos en fila, y eso son. Vestidos de verde, marchan rumbo al mercado mundial. Mienten los himnos que en nombre de la naturaleza cantan sus glorias. Los bosques industriales se parecen a los bosques naturales tanto como la música militar se parece a la música, y tanto como la justicia militar se parece a la justicia. Eduardo Galeano, escritor, Uruguay
Las plantaciones de árboles en gran escala no generan empleos porque la producción siempre se realiza de la forma más mecanizada posible. La empresa Veracel Celulose en Brasil, por ejemplo, genera 1 empleo directo cada 103 hectáreas de eucalipto. En cambio, la plantación de café, muy común en Brasil, es capaz de crear hasta 1 empleo por hectárea.
Cualquiera que adhiera a esta idea debe ser alguien que, o bien no visitó nunca una zona de bosques rodeada de comunidades, o bien simplemente está vinculado al negocio de las plantaciones. Los lugareños de los países del Mekong, en el sudeste asiático, que viven y dependen de sus bosques nativos, estarán totalmente en desacuerdo con tal afirmación. Para ellos, la conversión de sus bosques en plantaciones ha comenzado a ser la peor pesadilla que jamás sufrieron en la vida real.
¿Por qué es simplemente falsa esta afirmación? Los monocultivos de árboles no pueden mejorar el medio ambiente natural que es eliminado cuando se establecen las plantaciones, porque:
Una típica propaganda difundida por intereses comerciales y gobiernos de muchos países tropicales es decir que las plantaciones quitarán presión sobre los bosques nativos. Ellos sostienen que, con suficientes plantaciones, se podría dejar en paz a los bosques nativos ya que aquéllas proporcionarían suficiente madera, volviendo innecesario extraerla de éstos.
La necesidad de papel no está aumentando. No debemos confundir niveles de consumo con necesidad. En los países ricos ya utilizamos mucho más papel del que necesitamos, y la mayor parte se desperdicia. La real necesidad es reducir la demanda de papel, usar este recurso precioso con más eficiencia y estimular los sistemas de reciclaje que aseguran que las fibras de papel sean reutilizadas una y otra vez. Por supuesto, hay países y comunidades donde el consumo de papel está muy por debajo de lo necesario para la educación y las prácticas democráticas, y tienen derecho a utilizar más.
La experiencia de Ecuador en las zonas donde se han expandido las plantaciones a gran escala de pinos indica que, lejos de brindarles oportunidades a las mujeres, éstas se han visto perjudicadas de varias formas.
En el área de las plantaciones de árboles, el FSC surge como el principal organismo encargado de concederle un certificado a las plantaciones que considere que son “ambientalmente apropiadas, socialmente beneficiosas y económicamente viables”. El problema insalvable de ese “sello verde” otorgado por el FSC es que acepta lo que intrínsecamente no puede ser nunca ni socialmente beneficioso ni ambientalmente sustentable: el modelo de monocultivos de árboles a gran escala.
La expansión de las plantaciones de palma aceitera generalmente tiene lugar a costa de la transformación de ecosistemas naturales, especialmente bosques húmedos tropicales.  Esto tiene efectos nefastos, por un lado porque estos bosques son el hogar de poblaciones muy tradicionales que han aprendido a lo largo de milenios a comprender el bosque y a usarlo respetando su dinámica natural.