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En Chile, 25 años de implementación del modelo económico neoliberal han impactado fuertemente a los bosques nativos y las comunidades indígenas y locales del sur. Más de dos millones de hectáreas de plantaciones de pinos y eucaliptos alimentan una gran industria de la celulosa orientada a la exportación. En este período, cientos de miles de hectáreas de bosques nativos fueron convertidos en monocultivos forestales.
En los últimos años se ha registrado un incremento de la participación de las familias productoras rurales, así como la de sus organizaciones económicas y representativas, en las actividades de manejo y conservación de los recursos de la Amazonia brasileña.
El Departamento de Río San Juan queda en la frontera sur de Nicaragua, con Costa Rica, y el municipio de El Castillo queda sobre el río entre el Lago de Nicaragua y el Caribe. Durante la década de 1980 los Estados Unidos nos atacaron con una guerra de baja intensidad que además desgastó la economía y desarraigó a las familias nicaragüenses. Al final de la guerra, en los noventa, emigraron hacia el municipio doce mil personas procedentes de Costa Rica y de otras zonas del país.
La Asociación Coordinadora Indígena y Campesina de Agroforestería Comunitaria Centroamericana, conocida como CICAFOC, actúa en América Central --integrada por Guatemala, Belize, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá-- y es una organización social de base comunitaria, sin fines de lucro, que agrupa a asociaciones, cooperativas, federaciones y grupos comunitarios organizados de pequeños y medianos productores agroforestales, indígenas y campesinos.
Después de diez años de negociaciones entre funcionarios gubernamentales, grupos de las comunidades locales y Organizaciones No Gubernamentales (ONGs), se ha logrado la elaboración de un Proyecto de Ley de Bosques Comunitarios, que sería la primera legislación tailandesa que reconoce la capacidad legal de las comunidades que viven dentro y en los alrededores de las Reservas Nacionales de Bosques de Tailandia para usar, manejar y proteger sus bosques en cooperación con el Real Departamento Forestal.
La rápida destrucción de los bosques filipinos causada por el madereo, la minería y la invasión de colonos sin tierra empujados por las políticas oficiales, fue reconocida oficialmente a fines de los 80 como un problema que requería una respuesta política para enfrentarlo. La necesidad de limitar y regular el madereo y promover alternativas de manejo comunitario de bosques fue aceptada por el gobierno a fines de la década.
El movimiento indonesio de ONGs ha apoyado el Manejo Comunitario de Bosques (MCB) desde 1995. El mensaje principal utilizado en la etapa inicial fue que la mayoría de los modelos de manejo comunitario de bosques desarrollados en forma sustentable se basaban en la sabiduría, la cultura y las costumbres de la comunidad.
A partir de la década del sesenta los bosques de Indonesia han ido agotándose rápidamente, como consecuencia de la generalización del otorgamiento de concesiones de madereo a militares de alto rango. El madereo se expandió rápidamente para proveer de troncos baratos a la industria maderera japonesa, principalmente para producir madera contrachapada.
Los experimentos de India con el Manejo Conjunto de Bosques (Joint Forest Management - JFM) nacieron de los intentos de los funcionarios forestales de considerar las exigencias "tribales" de manejar sus propios bosques. [Los pueblos indígenas de India son designados oficialmente como "tribus"]. Bajo el régimen del JFM los bosques siguen siendo propiedad del Estado bajo la jurisdicción de los Departamentos de Bosques pero se contrata a las comunidades para manejar los bosques, y las mismas conservan una parte de las ganancias de la venta de las cosechas.
El germen de la iniciativa de una Política de Buena Gestión de los Bosques (Good Forest Governance - GFG, por sus siglas en inglés) de Asia surgió en la reunión del Programa Bosques, Arboles y Pueblos (Forest, Trees and People Program-FTPP) realizada en Daman, Nepal, en abril de 2000. Los participantes de esa reunión reconocieron la necesidad de una participación más activa de la sociedad civil en el manejo comunitario de los bosques, así como las posibles formas de protagonismo de una asociación regional que apoye ese proceso.
Cambios recientes en la Política de Bosques de Tanzania (1998) y el próximo advenimiento de una nueva Ley de Bosques que avanza en la puesta en práctica de esa política, han preparado el camino para lograr varios cambios en la forma de trabajar por la conservación de los bosques en Tanzania, que incluyen pautas para el desarrollo del manejo comunitario de bosques y el manejo conjunto de bosques. Estos cambios también implican modificaciones en las posibles funciones del Departamento Forestal, las comunidades locales y distintas ONG conservacionistas.
Los bosques comunitarios constituyen una nueva categoría de mecanismos de responsabilidad progresiva de las comunidades locales en el manejo de los bosques y de los recursos forestales. Actualmente, el Ministerio del Medio Ambiente ha definido treinta y cinco bosques como comunitarios. Los resultados arrojados por los modelos de gestión desarrollados hasta ahora han sido modestos y limitados. Las experiencias son nuevas y bastante recientes. La mayoría de ellos están aún en un estadio de aprendizaje.