Las compañías madereras chinas son relativamente nuevas en América del Sur. En Surinam, por lo menos dos de ellas han estado operando desde 1996; en la vecina Guyana, las primeras compañías llegaron en el año 2000. En ambos casos están operando en tierras indígenas y tribales o en sus cercanías. Se ha informado que hay compañías chinas realizando actividades en el norte de Brasil.
Otras informaciones
Es bien sabido que el Banco Mundial ha jugado un papel fundamental en la destrucción de los bosques tropicales del mundo financiando proyectos destructivos. La decisión de aprobar un controvertido proyecto forestal parece demostrar que el Banco está todavía lejos de abrazar verdaderamente la conservación y el manejo participativo de los bosques.
La Organización Internacional de las Maderas Tropicales (OIMT) ha dedicado una edición entera de su Boletín (Vol. 11 No.3, 2001) a las plantaciones de árboles. Desgraciadamente, la OIMT ha elegido publicitar los impactos supuestamente positivos, al tiempo que básicamente ignora las numerosas luchas contra las plantaciones originadas por el amplio espectro de impactos negativos sociales y ambientales que generan.
La 7ma. Conferencia de las Partes de la Convención sobre Cambio Climático se realizó en Marruecos desde el 29 de octubre al 9 de noviembre de 2001. El 31 de octubre, los activistas de la Coalición Mundial por los Bosques anunciaron en un evento paralelo, tres nominaciones para el "Premio Treetanic".
El "Premio Treetanic" se otorga durante las negociaciones sobre el clima a las compañías que instrumentaron los peores proyectos de sumideros de carbono, como las plantaciones de monocultivo de árboles que se están instrumentando actualmente para evitar reducir las emisiones de CO2.
Representantes de los pueblos indígenas presentes en la VII Conferencia de las Partes (CP) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC) realizada en Marruecos en noviembre de este año emitieron una declaración en la que exigen el reconocimiento de sus derechos y advierten acerca del peligro de los llamados "sumideros de carbono". Los siguientes párrafos son parte de dicha declaración.
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by Larry Lohmann, Corner House Briefing 24
El manglar o bosque de mangles, es el equivalente costero del bosque tropical en tierra. Hay varios tipos de manglares: manglares costeros, que crecen sin aporte de agua dulce del interior y que pueden alcanzar varios kilómetros de ancho; manglares de desembocadura, principalmente en los deltas de los ríos, que pueden ser muy extensos; y manglares de arrecife, que crecen sobre los arrecifes de coral que sobresalen por encima del nivel del mar. Pero todos ellos tienen algo en común: son "bosques de agua salada", muy especiales, frágiles y en peligro.
Los bosques de manglar cubren a la fecha un área de 181.000 km2 distribuidos en más de 100 países, pero se ha perdido más del 50% en los últimos 50 años. Algunas actividades directas que están destruyendo el manglar o lo están degradando incluyen su sustitución por actividades como la cría del camarón y la agricultura, la explotación maderera, la extracción de sal, el desarrollo urbano, el desarrollo turístico y la infraestructura.
La mayoría de las personas que comen camarón no son conscientes de donde proviene ni saben los impactos que implica su producción. La mayoría del camarón comercial se pesca usando métodos destructivos, o se produce en estanques industriales que constituyen una de las causas principales de destrucción de los manglares.
La destrucción de los manglares implica la perdida de especies únicas. Los manglares vinculan los bosques tropicales con los arrecifes de coral, proporcionando una transición fundamental entre los ecosistemas terrestres y marinos. También protegen las costas de la erosión, capturan sedimentos (protegiendo así los arrecifes de coral) y son el lugar de desove de la mayoría de los peces tropicales de venta comercial. También protegen los bosques tropicales de las tierras bajas costeras de las tormentas tropicales.
La globalización ha invadido nuestra mesa. Los alimentos son trasladados por los mares, de sur a norte y de este a oeste. Cuanto más lejos mejor (para las compañías transnacionales) porque eso implica comercio, embalaje, procesos de conservación, aranceles, importadores, exportadores, etc.
Hoy es posible encontrar frutas tropicales en los mercados de los países fríos, o pescado y frutos del mar en regiones sin acceso al mar. Y la lista es larga. Esto es mostrado como un signo de progreso y mayor cantidad de opciones para la gente.
Considerada la obra cumbre sobre las grandes represas. La traducción al español, en una edición corregida y aumentada por el autor, es un importante esfuerzo editorial y una gran noticia para el mundo de habla hispana. Un libro largamente esperado por lectores de temas histórico-políticos y científicos, y por el movimiento de opinión crítico a estas megaobras.
Puede leer el libro en linea aquí