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Solo disponible en inglés - By Chris Lang, published in "Pulping the Mekong" In December 1993, the Asian Development Bank agreed a US$11.2 million loan for an "Industrial Tree Plantations Project" in Laos. Phase 1 of the project, which ran until 2003, aimed to plant 9,600 hectares with fast-growing tree plantations. Phase 2 of the project, "Tree Plantations for Livelihood Improvement" is currently under preparation and will go to the ADB's Board for a decision on funding in October 2003. Under phase 2 the ADB plans to plant a further 10,000 hectares.
Como dijimos en nuestro ultimo boletín, “los vientos de cambio soplan cada vez más fuerte”. Uno de esos vientos se hizo sentir en la reunión de la “Red de Mujeres en el Manejo de los Recursos Naturales”, realizada en ocasión del último Congreso Forestal Mundial que tuvo lugar en Québec en el mes de setiembre. Por primera vez en este tipo de eventos, un grupo de mujeres con diversidad de intereses se reunió para intercambiar opiniones en torno a cuestiones de género.
Poco antes del Quinto Congreso Mundial de Parques, un consorcio de compañías mineras, petroleras y del gas anunció que aceptaría que todos los Sitios de Patrimonio Mundial quedaran excluidos de futuras explotaciones.
Como miembros de la asamblea mundial sobre salud de los pueblos indígenas, los miembros del Comité sobre Salud Indígena prepararon varios documentos técnicos informativos para el Foro Permanente de las Naciones Unidas sobre Asuntos Indígenas; la mayoría de quienes asistíamos a la segunda sesión estábamos centrando nuestro trabajo en las actividades de los llamados programas y organismos especializados de la ONU.
Descrito por los analistas del mercado de carbono como un "desastre de relaciones públicas", el proyecto Plantar del Fondo Prototipo de Carbono (PCF, por sus siglas en inglés) del Banco Mundial sigue abonando la impresión de que "ningún crédito de carbono" es un "crédito de carbono" bueno. En una "Nota sobre el Proyecto Plantar del PCF", el Banco Mundial reconoció recientemente como falsas las acusaciones de la compañía brasileña de plantaciones Plantar S.A.
Justo en el momento en que el Banco Mundial designa a Uganda como uno de los países africanos beneficiario de sus tres fondos de financiación de carbono (Fondo Prototipo de Carbono, Fondo de Biocarbono y el Fondo de Carbono para el Desarrollo Comunitario), comienza a trascender información sobre un proceso de "apropiación de tierras" sin precedentes, que abre los bosques públicos de Uganda a la iniciativa privada.
Al analizar el tema de las áreas protegidas, resulta imprescindible conocer la opinión de quienes allí habitan, puesto que la creación de tales áreas normalmente resulta en impactos sobre las poblaciones locales. En ese sentido, hemos extractado parte de la declaración de los Pueblos Indígenas de Mesoamérica ante el Primer Congreso Mesoamericanos de Areas Protegidas (marzo de 2003), que expresa con claridad sus puntos de vista y reivindicaciones. En sus considerandos la declaración dice:
Existe actualmente abundante documentación que atestigua cómo las comunidades indígenas sufren una grave discriminación en las sociedades en que habitan, que son explotados por otros sectores y que sus derechos a los recursos de los que dependen para asegurar su subsistencia no tienen casi protección. Muchos de esos grupos también viven en zonas donde las organizaciones conservacionistas locales, nacionales e internacionales tienen fuertes intereses.
Como "compensación" por posibles perturbaciones, el Banco Mundial, el gobierno holandés y el grupo internacional de conservación Tropenbos se unieron en 1999 para crear el gigantesco parque nacional Campo Ma'an. El objetivo declarado era proteger el bosque, mitigar la pobreza y permitir la investigación científica.
Para fines de este siglo, los parientes más cercanos del género humano, los grandes simios africanos, habrán desaparecido en su estado silvestre. Las presiones combinadas de la pérdida de hábitat y la caza de animales para su consumo los están llevando a la extinción. Salvo que se reduzcan pronto estas presiones, parece haber pocas esperanzas de que las poblaciones cada vez menores de gorilas de montaña que habitan en los bosques, gorilas de tierras bajas, chimpancés y bonobos puedan mantenerse por mucho tiempo más.
La idea de una serie de áreas naturales protegidas que estén unidas por zonas aledañas de amortiguamiento donde se desarrollen actividades de baja intensidad resulta sin duda atractiva. Sería un esquema que podría llegar a garantizar la continuidad del paisaje o hábitat y evitar la fragmentación provocada por actividades industriales como la agricultura y la forestación en gran escala, la urbanización u obras como carreteras y represas. Eso es lo que pregona la letra del proyecto denominado Corredor Biológico Mesoamericano (CBM).