Artículos del boletín

El proyecto de Ley de bosques comunitarios de Tailandia, que pretendía ser un marco formal para definir los derechos de las comunidades a co-administrar las zonas de bosques, ha dado un giro irónico y ahora amenaza con desalojar a las comunidades rurales, en especial los pueblos étnicos que viven en las montañas y las zonas de conservación de bosques.
Hace seis meses, un grupo de indígenas Tupinikim y Guaraní reclamaron al gigante brasileño de la celulosa, Aracruz Celulose, poco más de 11.000 hectáreas de sus tierras. Talaron miles de eucaliptos para demarcar su territorio y allí construyeron dos aldeas indígenas con una gran casa comunal y muchas otras casas donde están viviendo varias familias indígenas.
Celulosas Arauco y Constitución, más conocida como Celco, la fábrica de producción de celulosa en Valdivia, perteneciente al grupo chileno Angelini, reabrió recientemente sus operaciones luego de haber cerrado 64 días tras el escándalo suscitado por una mortandad masiva de cisnes de cuello negro en el santuario del río Cruces, donde descargaba sus efluentes.
De los 3.500 millones de hectáreas de bosques que existen en el mundo, cerca de 63 millones están en Colombia y la mitad de ellos se localizan en los territorios enriquecidos por las culturas indígenas y de comunidades negras. Estos bosques, albergan a su vez una de las más ricas formas de diversidad biológica del mundo y son el soporte de numerosas culturas que los habitan. Son también lugares de regulación climática e hídrica y el hábitat de complejas e irremplazables formas de vida.
En la Amazonía peruana, la actividad maderera es altamente selectiva, es decir, de la gran diversidad de especies sólo se utilizan unas pocas, lo que ha llevado a la reducción de las existencias de algunas especies. El consumo de determinadas maderas --como la caoba-- no perdona siquiera zonas de reserva.
El mayor fabricante de papel de Japón, Nippon Paper (NP), tiene fama de estar a la cabeza de la reforma ambiental de la industria, pero ¿qué hay de cierto en esto? South East Fibre Exports es una subsidiaria de NP situada en Eden, unos 500 kms. al sur de Sydney. Se trata de la planta de astillado más antigua de Australia y la primera operación en el extranjero de la ex Daishowa Paper Manufacturing Company (adquirida por Nippon Paper hace un par de años).
Las empresas y los gobiernos involucrados en el comercio internacional de maderas tropicales tienen una mala imagen, bien merecida por cierto. La mayor parte de sus actividades han provocado la destrucción generalizada de bosques y violaciones a los derechos humanos en numerosos países, en tanto que la corrupción ha estado presente en muchas de ellas. Habiendo sido blanco de fuertes campañas organizadas por distintas ONG, algunos de esos mismos actores parecen querer ahora mejorar su desempeño, tanto en el madereo como en el comercio internacional de la madera.
¿Es la dicotomía madereo legal-madereo ilegal la que debería regir en una política de conservación de bosques? Se entiende que existe madereo ilegal cuando la madera --convertida en un negocio rentable a ser explotado-- es cosechada, transportada, comprada o vendida infringiendo las leyes nacionales. Pero las leyes difieren ampliamente de un país a otro, por lo que no es posible hacer una distinción entre madereo legal e ilegal a escala mundial en la medida que no existen normas internacionales al respecto. Quizá en cada caso las preguntas a formular sean: ¿qué es legal?
El madereo ilegal ha sido probablemente el asunto más discutido del sector forestal en la esfera internacional de estos tiempos y ha concitado una creciente atención en los últimos diez años. Los gobiernos, las industrias de la madera, las instituciones financieras internacionales y las ONG parecen estar de acuerdo en que es uno de los temas más importantes que es necesario abordar. También se ha discutido en algunas reuniones de alto nivel.
Las ONG europeas estiman que más del 50% de todas las importaciones de madera tropical de la Unión Europea provienen de fuentes ilegales; lo mismo ocurre con más del 20% de todas las importaciones procedentes de bosques boreales. Además en muchos países europeos, especialmente en los del Báltico y Europa del Este, el 50% de todo el madereo, según se estima, es ilegal. Puesto que la UE no tiene mecanismos para controlar las importaciones de madera, cada año “blanquea” grandes volúmenes de madera provenientes de fuentes ilegales.
Los bosques proveen de sustento a cientos de millones de personas en todo el mundo, particularmente en las zonas tropicales. Cualquiera sea la actividad que implique la deforestación o degradación del bosque, tendrá un impacto directo sobre los medios de subsistencia y sobre la salud de esas personas.
El bosque es cuna de diversidad, que es decir origen de vida. Cuando el bosque está sano, de él brota el agua, allí el aire se torna más puro y perfumado, de sus múltiples recursos es posible obtener abrigo, nos regala alimentos, el arte se expresa en la miríada de colores y matices que se despliegan y ocultan cíclicamente, y en medio de toda esa belleza y prodigalidad es posible sentir de alguna manera el amor que la naturaleza comparte con todos sus seres.