Artículos del boletín

En el estado brasileño de Espirito Santo actualmente existen dos sectores de producción distintos enfrentados a situaciones totalmente diferentes.
En el último número del boletín del WRM incluimos un artículo escrito por Acción Ecológica sobre un proyecto de oleoducto en Ecuador, que atravesaría el país de este a oeste, transportando petróleo del Parque Nacional Yasuní en la Amazonía y afectando a pueblos indígenas y ecosistemas en todo el país.
Muchos describen a la FAO como el organismo experto en bosques. Un solo ejemplo bastará para cuestionar la supuesta experticia de la FAO. La página web de la organización incluye un área de “perfil de país” que contiene información básica sobre los recursos forestales de los países, y recomendaríamos a todos que comparen lo que dice la FAO con lo que saben sobre su propio país. En el caso de Uruguay, la FAO afirma:
El programa “Dateline” de la cadena de televisión australiana SBS produjo un documental sobre el fraude, la incompetencia, la corrupción y las violaciones a los derechos humanos por las compañías madereras transnacionales en Papúa Nueva Guinea. El documental expone casos generalizados de madereros que violan mujeres del lugar amenazándolas con armas de fuego y propietarios de tierras forzados a firmar documentos legales también a punta de pistola.
Recientemente la FAO presentó los resultados de su Evaluación de los Recursos Forestales Globales 2000, que caracterizó como “el informe de base más abarcativo, confiable y fidedigno en relación con los actuales recursos forestales”. Pero la pregunta más importante es: ¿sirve para algo?
“Este es el proyecto más rigurosamente examinado y controlado del mundo” replicó un alto funcionario francés en Chad a los representantes de las organizaciones de Derechos Humanos de ese país que se entrevistaron con él en marzo de 2001. “No hay absolutamente nada de que preocuparse” agregó. Sin embargo, hay muchas personas preocupadas y que han venido luchando contra este proyecto desde hace mucho tiempo.
El modelo de plantaciones a gran escala para celulosa que viene siendo implementado en el Sur no sólo provoca impactos sociales y ambientales negativos sobre los bosques, sino que genera efectos adicionales derivados de la contaminación por el proceso industrial de producción de celulosa, así como deforestación para proveer de materia prima a las fábricas.
Liberia alberga los dos últimos fragmentos de bosque tropical cerrado remanentes en lo que se conoce como Bosques de la Alta Guinea en el Africa Occidental, los cuales se extienden además por Ghana, Costa de Marfil, Guinea y Sierra Leone. La superficie original de esta selva ha sido estimada en 727.900 km2, pero se ha reducido a tan sólo 92.797, lo que representa apenas un 12,7% de su tamaño original. En Liberia se encuentra el 44,5% de esa superficie, en tanto el 29,1% está en Costa de Marfil.
La certificación por parte del FSC (Consejo de Manejo Forestal) de plantaciones de árboles en régimen de monocultivo como “bosques manejados de manera sustentable” constituye una burla al concepto de ambiente sustentable y manejo ecosistémico. En los últimos años, el FSC ha otorgado su sello de aprobación a vastas extensiones de plantaciones forestales industriales en Sudáfrica y muchos otros países.
El crecimiento de la economía china, medido en términos de la economía convencional, resulta sorprendente: el PBI nacional alcanzó una cifra 22 veces superior a la registrada en 1978.
El pueblo indígena adivasi ha vivido en la India desde tiempos inmemoriales. Hoy en día constituyen una minoría étnica designada peyorativamente como “tribales”. Este pueblo, si bien es descendiente de los primitivos pobladores de la India, a lo largo de la historia se ha visto crecientemente expulsado hacia áreas marginales, zonas de pendiente y bosques. Hace sólo unas pocas décadas los adivasi todavía vivían como esclavos, careciendo de todo derecho político o civil, obligados a trabajar en fábricas pertenecientes a personas de nacionalidad india y europea.
En el norte de Tailandia existe un conflicto entre ciertos grupos de las tierras altas y de las bajas respecto del uso de los recursos naturales. Muchos habitantes de las tierras bajas acusan a grupos minoritarios de las tierras altas de estar afectando sus fuentes de agua, al practicar una agricultura insustentable que lleva a la deforestación, a la que se considera responsable de la disminución del suministro de agua y del aumento de la sedimentación en los cursos a causa de la creciente erosión. La solución que se propone: sacar a estos grupos minoritarios de la zona.