Artículos del boletín

En el interior de Guyana se extiende una selva tropical de 150 kilómetros de ancho, la mayor parte de la cual en estado primario. Sin embargo, la percepción oficial desde los ’70 según la cual la minería resultaba esencial para el “desarrollo”, junto a la apertura económica del país -- que implicó la promoción de la explotación de los recursos naturales, en especial madera y minerales-- para enfrentar la creciente deuda externa y satisfacer las condiciones del ajuste estructural de 1991 impuesto por el FMI y el Banco Mundial, allanaron el camino a las empresas transnacionales.
El derrame de 5.500 barriles de petróleo en el río Marañón acontecido el 3 de octubre de 2000 en el corazón de la Amazonía peruana, en los distritos de Urarinas y Parinari, Provincia de Loreto, constituye un desastre ecológico, cuyas consecuencias están todavía perjudicando el ambiente y a la población nativa de la zona. El derrame afectó la Reserva Pacaya Samiria, que es el área protegida de mayor superficie del país. La responsable tanto del accidente como de la actual situación es la transnacional Pluspetrol, con sede en Argentina.
A continuación presentamos fragmentos de los hallazgos de una evaluación de impacto ambiental y social de las operaciones de madereo en la costa oeste de la provincia de Manus, realizada en 1997 y durante enero de 2000, que detalla el impacto causado por el madereo.
Cuando se pregunta acerca de las causas de la deforestación, seguramente pocas personas mencionarán a las represas hidroeléctricas como siendo una de ellas. Aún menos las incluirán como causa de violaciones de los derechos humanos. Sin embargo, las represas constituyen una de las principales causas directas e indirectas de pérdida de bosques y la mayoría han sido causantes de violaciones de los derechos humanos.
El río Sondu Miriu es uno de los más importantes de la cuenca del Lago Victoria, que ocupa 3.470 kilómetros cuadrados en la región oeste de Kenia. La compañía responsable del manejo de todas las instalaciones públicas generadoras de energía en Kenia --KenGen-- está planeando un proyecto para una represa a ser construida a unos 400 kilómetros de Nairobi.
Durante más de cinco años, los gobiernos de Namibia y Angola estuvieron considerando planes para represar el río Kunene, que atraviesa ambos países, y construir una planta de generación de energía hidroeléctrica en algún lugar al sur de la frontera con Angola. Desde el inicio las propuestas se toparon con controversias y demoras y se ha generado toda una serie de acontecimientos más o menos notorios, que parecen no tener fin.
El gobierno de Uganda --respaldado por la Corporación Financiera Internacional, el Banco Mundial, la agencia estadounidense Overseas Private Investment Corporation (OPIC) y algunas agencias de crédito a las exportaciones de países europeos (ECAs, por su sigla en inglés)-- está promoviendo la construcción de una gigantesca represa que, de ser llevada a cabo, destruirá el espacio de vida de miles de residentes locales, a la vez que la belleza escénica y sitios históricos en la región de las cataratas de Bujagali, en el Alto Nilo.
El proyecto para la represa de Bakun --la mayor del Sudeste asiático-- fue originalmente planteado por la autoridades malasias a principios de la década de 1980, abandonado en 1990, resucitado en 1993 y reformulado en 1997. Bakun Hydroelectric Corporation es la propietaria y futura operadora de la represa. Lahmeyer International de Alemania, Harza de EE.UU. y Dohg-Ah Construction and Industrial Co. de Corea del Sur han participado en la supervisión de los trabajos y la construcción del túnel para el desvío de las aguas.
La represa de San Roque se localizará en el Bajo Agno, en la Provincia de Pangasinan, en la región cordillerana de la isla Luzón, Filipinas. En caso de ser construída, dicha represa sería la más alta --200 metros-- y el mayor proyecto de generación hidroeléctrica de Asia, generando 345 megavatios. La electricidad generada por la represa habrá de ser usada primeramente por la industria y la creciente actividad minera en el norte de Luzón. Los trabajos previos en el lugar comenzaron en 1998 y se espera que la construcción culmine en el 2004.
Durante los últimos 30 años los activistas han librado una dura batalla para que instituciones como el Banco Mundial adopten políticas sociales y ambientales. Sin embargo, dichas instituciones ya no son la principal fuente de financiamiento público a los proyectos de “desarrollo” implementados en el Sur. Las Agencias de Crédito a las Exportaciones (ECAs, por su sigla en inglés) son hoy en día los mayores proveedores de fondos públicos a proyectos de infraestructura en gran escala en los países del Sur.
Las aguas de la represa sobre las cataratas del Yali en Vietnam --que se viene construyendo desde hace siete años con fondos de los gobiernos de Rusia y Ucrania y está evaluada en U$S 1.000 millones-- se vierten en el río Se San, que atraviesa Camboya hacia el Mekong. Previo a los inicios de la obra no se realizó ningún estudio del impacto ambiental que la misma produciría sobre territorio camboyano.
La relocalización forzada de las personas que viven en las áreas donde han de construirse represas provoca generalmente violaciones de los derechos humanos. Uno de los ejemplos más terribles es el de la hidroeléctrica de Chixoy, construida durante la dictadura militar en Guatemala. El proyecto resultó en la masacre de más de 400 personas de la etnia Maya Achí, la mayor parte de las cuales pertenecientes a la comunidad de Río Negro, uno de los poblados que serían inundados por el embalse.