Artículos del boletín

Liberia alberga los dos últimos relictos significativos de selva tropical cerrada en los Bosques de Guinea del Africa Occidental, que se extienden a lo largo de Ghana, Costa de Marfil, Liberia, Guinea y Sierra Leone. Se estima que la superficie original de selva en la región alcanzó los 727.900 kilómetros cuadrados. Pero la misma cayó a 92.797 km2, lo que es apenas el 12,7% del total. Los bosques de Liberia representan el 44,5% de esa área remanente y los de Costa de Marfil el 29,1%.
Conocido por su pasado histórico debido al vasto y poderoso imperio que sorprendió a los visitantes europeos del siglo XIV, hoy en día el territorio de Mali abarca más de 1.200.000 kilómetros cuadrados en la zona oeste del Africa, extendiéndose sobre el desierto del Sahara en el norte, los pastizales del Sahel en el centro y la zona de sabana en el sur. En el Sahel la vida humana y la de la flora y la fauna siguen la pauta marcada por el ciclo de inundación anual del Río Niger, con crecidas entre agosto y noviembre.
La invasión de hábitats por parte de especies autóctonas es una causa directa de extinción de especies nativas. Algunas especies vegetales han desarrollado la capacidad de adaptarse a nuevos sitios y desplazar la cobertura vegetal original, al tiempo que ciertas especies animales invasoras pueden provocar desplazamiento del nicho ecológico de los animales autóctonos. Este fenómeno ha sido ampliamente registrado y es conocido con el nombre de “bioinvasión”.
Bangladesh es uno de los estados signatarios de la Convención sobre Diversidad Biológica. Empero los tres tipos de bosques existentes en el país –los bosques siempreverdes y semideciduos en la zona este y la región de Chittagong Hill Tracts, los bosques deciduos húmedos y secos, conocidos como bosques de “sal”, localizados en las llanuras centrales y la región noreste, y los manglares a lo largo de la costa- se encuentran amenazados. Muy poco se está haciendo para salvarlos. Entretanto la tasa anual de deforestación ha alcanzado el 3%.
La conservación de los bosques y de la biodiversidad significan cosas distintas según quién sea que esté refiriéndose a ella. En el caso de Camboya, la vida de los campesinos depende de las tierras agrícolas, las pesquerías y los bosques. Para ellos conservar los bosques y su biodiversidad implica asegurarse los medios de vida para el presente y el futuro.
Hasta no hace mucho el Plateau Nakai y los bosques situados en sus proximidades, en la región central del país, albergaba tigres, elefantes, nutrias, buhos y diversas especies de peces. Allí se hablan 28 diferentes idiomas. Un grupo de cazadores recolectores desconocido fuera del Plateau, habla una lengua que no está relacionada con ninguno de los cinco principales grupos lingüísticos representados en la zona. En 1992 fue identificado en Vietnam un nuevo género de bóvido, llamado Sao La, cuyo hábitat se extiende al Area Nacional de Conservación de la Biodiversidad de Nakai Nam en Laos.
Los mapas de vegetación de los libros de Geografía todavía muestran al archipiélago de Filipinas como cubierto de una densa selva tropical. Desgraciadamente ello no corresponde ya con la realidad. Durante los últimos 50 años alrededor de los dos tercios de los bosques del país –la mayor parte de ellos primarios- se han perdido y hoy en día la cobertura forestal es de sólo el 17%, muy lejos del 60% original.
Los corredores biológicos son franjas de vegetación que constituyen un pasaje continuo o casi continuo entre hábitats. Los mismos constituyen una estrategia utilizada en conservación para enfrentar el problema de la fragmentación de hábitats provocada por actividades industriales como la agricultura y forestación industriales, la urbanización y las obras de infraestructura, tales como las carreteras y represas.
En la edición anterior del Boletín del WRM (Nr. 43) incluimos un artículo sobre Belice, mencionando que es un país “donde todavía los bosques pueden salvarse”. Deberíamos haber agregado: “siempre que el gobierno y una empresa energética canadiense lo permitan”. El hecho es que la firma canadiense Fortis Inc. –que también posee la mayoría del paquete accionario de Belize Electricity Ltd.- está planeando la construcción de una represa en un ramal del Río Macal.
Con una superficie de 2.719.810 kilómetros cuadrados, Argentina es el segundo país más grande de América del sur. Debido a su extensión en latitud --de los 22 a los 56º LS-- su territorio comprende una variedad de climas, paisajes, flora y fauna. Argentina forma parte del grupo de los 25 países más biodiversos del mundo en cuanto a número de especies que alberga. Los diferentes tipos de bosques que se encuentran en el país están fuertemente relacionados con esos niveles de biodiversidad. No obstante los mismos han venido desapareciendo a tasas alarmantes.
En los procesos internacionales relacionados con bosques y biodiversidad, el Brasil es uno de los países con uno discurso muy fuerte en relación con la defensa de la soberanía nacional. Desgraciadamente se trata sólo de un discurso. En realidad lo que la mayoría de los gobiernos brasileños han hecho es abrir las puertas del país de par en par a la inversión extranjera, con los consiguientes resultados de incremento de la pobreza y de la degradación ambiental. Lo que por supuesto no tienen nada que ver con defender la soberanía nacional, sino todo lo contrario.
La región del Chocó Biogeográfico comprende una franja de 75.000 kilómetros de superficie sobre la costa del Pacífico Colombiano, que se extiende desde Panamá a Ecuador. Debido a la combinación de factores evolutivos, ecológicos, climáticos y geológicos, esta región presenta la mayor concentración de biodiversidad del mundo en cuanto a número de especies por hectárea. De las 45.000 especies registradas en Colombia, entre 7.000 y 8.000 se encuentran en el Chocó.