Artículos del boletín

En relación con la conservación de las áreas protegidas existen dos visiones encontradas. Una de ellas --originada en los círculos conservacionistas del Norte-- considera que las mismas deben ser mantenidas como escenarios naturales, sin gente. Para hacer esto posible, los pueblos indígenas y otros moradores locales son vistos como una amenaza a ser removida. Desde el punto de vista moderno, la naturaleza es considerada en su coevolución con las culturas humanas.
Durante años los pueblos de Sarawak han venido luchando en defensa de sus tierras y bosques contra planes de "desarrollo" que incluyen el madereo comercial, plantaciones de palma aceitera, cultivos forestales para celulosa, represas hidroeléctricas, minería y construcción de instalaciones turísticas. Tales actividades, que cuentan con el apoyo de las autoridades nacionales y provinciales, no sólo están destruyendo sus medios de vida sino también --como en el caso del pueblo nómade Penán-- poniendo en peligro su propia existencia como cultura.
Palawan es una isla de Filipinas, localizada en la parte occidental del archipiélago y rodeada por el Mar del Sur de China y el Mar de Sulu. Como resultado del proceso democrático iniciado en 1992, el gobierno local en acuerdo con comunidades locales y el sector privado, canceló las concesiones madereras existentes y aprobó una nueva legislación prohibiendo completamente la corta comercial de madera en la isla.
La historia de los programas de plantación de árboles en Vietnam se remonta a 1956. Según un informe de Nguyen Ngoc Lung, Director del Departamento de Desarrollo Forestal de Vietnam, entre 1956 y 1992 fue plantada una superficie superior al millón de hectáreas. Sin embargo, los índices de sobrevivencia fueron pobres y la mayor parte de la madera producida fue exportada bajo forma de astillas a Japón o Taiwan.
En 1999 los residentes de la Laguna Placencia --un cuerpo de agua superficial bordeado de manglares muy rico en fauna y flora terrestre y acuática, localizado en el sur de Belice-- se organizaron para oponerse a un proyecto de construcción de una carretera elevada de doble vía y un puente que atravesaría la laguna. Las obras hubieran ocasionado un impacto ambiental severo, perjudicando el ecoturismo, que es la principal actividad de la zona, así como la pesca artesanal (ver Boletín 23 del WRM). Ahora una nueva amenaza se cierne sobre este rico ecosistema: la industria del camarón.
El este de Nicaragua es conocido como la Costa Atlántica, la que está dividida geográficamente en dos regiones, Sur y Norte. Se caracteriza por ser el área mayormente habitada por indígenas, en su mayoría miskitos y por ser la zona de mayor riqueza natural de todo el país. En esta zona (42% del territorio), viven unas 500,000 personas (el 8% de la población nacional) quienes representan a seis grupos étnicos que se dedican a la agricultura y a la pesca.
Una vez más la "justicia" mexicana se ha pronunciado contra la justicia. Rodolfo Montiel, un líder campesino, prisionero por conducir un exitoso movimiento de oposición contra las operaciones de madereo de la empresa estadounidense Boise Cascade en el estado de Guerrero (ver Boletín 26 del WRM), fue encontrado culpable y recibió una sentencia de seis años y ocho meses, según el veredicto del Juez de la 5ta. Corte de Distrito Maclovio Murillo. Montiel, junto a su compañero Teodoro Cabrera, han estado detenidos desde hace 15 meses.
Coincidiendo con la conquista del vasto territorio argentino por parte del gobierno centralista de Buenos Aires, iniciada en la segunda mitad del siglo XIX en nombre de la modernización, los bosques de las distintas regiones del país entraron en una etapa de decadencia que ha continuado hasta el presente. Los dos casos mencionados a continuación constituyen sólo dos ejemplos de un proceso que está afectando a todo el país.
La cuenca baja del Río Beni en el oeste de Bolivia, que abarca parte de la zona andina y parte de la Amazonía, está amenazada por la instalación de un megaproyecto hidroeléctrico, que está provocando gran inquietud a nivel de los pobladores locales, ONGs ambientalistas y círculos académicos.
El pueblo indígena U'wa viene sosteniendo un prolongado conflicto con el estado colombiano y la empresa Occidental Petroleum en defensa de sus territorios tradicionales. El permiso otorgado a la empresa y el comienzo de los trabajos de prospección petrolera en el Bloque Samoré, localizado en la zona de bosque premontano de la frontera colombo-venezolana constituye una amenaza para la vida de los U'wa y su entorno. Para la cultura U'wa el petróleo es la sangre de la Madre Tierra, por lo que perforarla constituye una profanación.
La inclusión en la Constitución Nacional Venezolana aprobada en 1999 de un capítulo que establece derechos legales para los pueblos y comunidades indígenas en armonía con el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), llevó a pensar que los pueblos indígenas de ese país estarían en una mejor posición para proteger su ambiente y tradiciones contra los poderosos intereses que, en nombre del "progreso", quieren destruirlos.
Es un hecho conocido que los monocultivos forestales a gran escala provocan un gran número de impactos sociales y ambientales. Sin embargo, nunca habíamos oído hablar de una situación como la de Fiji, donde las plantaciones generaron tensiones sociales y económicas de tal magnitud que condujeron eventualmente a un golpe de estado.