Artículos del boletín

El pueblo indígena U'wa viene sosteniendo un prolongado conflicto con el estado colombiano y la empresa Occidental Petroleum en defensa de sus territorios tradicionales. El permiso otorgado a la empresa y el comienzo de los trabajos de prospección petrolera en el Bloque Samoré, localizado en la zona de bosque premontano de la frontera colombo-venezolana constituye una amenaza para la vida de los U'wa y su entorno. Para la cultura U'wa el petróleo es la sangre de la Madre Tierra, por lo que perforarla constituye una profanación.
La inclusión en la Constitución Nacional Venezolana aprobada en 1999 de un capítulo que establece derechos legales para los pueblos y comunidades indígenas en armonía con el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), llevó a pensar que los pueblos indígenas de ese país estarían en una mejor posición para proteger su ambiente y tradiciones contra los poderosos intereses que, en nombre del "progreso", quieren destruirlos.
Es un hecho conocido que los monocultivos forestales a gran escala provocan un gran número de impactos sociales y ambientales. Sin embargo, nunca habíamos oído hablar de una situación como la de Fiji, donde las plantaciones generaron tensiones sociales y económicas de tal magnitud que condujeron eventualmente a un golpe de estado.
La ONG Amigos de Hamakua está muy preocupada por un proyecto de construcción de una planta de fabricación de madera compensada, así como por el Plan de Manejo Forestal Estatal de Hamakua, que implicaría la corta de 2.160 hectáreas de viejas plantaciones de especies exóticas. Existen varias razones para tal preocupación. En primer lugar, deberán abrirse caminos de acceso a todas las áreas forestadas. Una vez que la cosecha comience, se prohibirá el acceso del público a las rutas por razones de seguridad.
Defender los bosques puede ser algo muy peligroso, en particular cuando las empresas madereras forman parte de poderosos grupos nacionales, como en el caso de Botrosa S.A. en Ecuador, perteneciente al grupo Durini, que ha explotado bosques primarios en la región de la costa del Ecuador por más de 30 años. Como ejemplo del poder de la empresa, se destaca el hecho de que el actual Ministro de Comercio Exterior, Industrialización y Pesca, Ing. Roberto Peña Durini, está directamente vinculado a la misma.
La Conferencia de las Partes de la Convención Marco sobre Cambio Climático --precedida por una reunión de sus Cuerpos Subsidiarios en el mes de setiembre en Lyon-- tendrá lugar en la Haya en noviembre próximo. El críptico lenguaje utilizado en las negociaciones sobre el clima --y los objetivos todavía más oscuros de muchos gobiernos y empresas-- hacen necesario traducir lo que está siendo negociado utilizando conceptos comprensibles, para así facilitar la tan necesaria participación pública en este debate.
En 1997 a los negociadores del Protocolo de Kioto se les ocurrió un proyecto denominado ingeniosamente: “Mecanismo de Desarrollo Limpio”. Para el común de la gente, el mensaje implícito es que finalmente los gobiernos del mundo habrían acordado crear un mecanismo que permitiría lograr el desarrollo sin contaminar la atmósfera. Sin embargo lo que estas palabras esconden es algo para nada limpio.
En números anteriores del Boletín del WRM hemos incluido una serie de artículos de análisis e información relacionados con el cambio climático. Todos ellos --algunos de carácter general y otros referidos a un país determinado.
En tanto los expertos del cambio climático están tratando de encontrar salidas “económicamente viables” (léase: baratas) al problema del clima generado por el estilo de desarrollo económico Occidental, los pueblos indígenas y las comunidades locales de muchos países están implementando un verdadero Mecanismo de Desarrollo Limpio: impedir la explotación de petróleo y gas en sus respectivos territorios.
Los esquemas de MDL basados en los sumideros de carbono en el sector forestal, anunciados con bombos y platillos como la panacea para la mitigación del cambio climático, son en cambio peligrosos desde el punto de vista social y ambiental. A pesar de ello, las discusiones que se vienen dando a nivel oficial ignoran estos puntos fundamentales. Indudablemente algunos tienen mucho para ganar de este mercadeo de la naturaleza. ¿Quiénes son los influyentes actores detrás del escenario en el mercado del carbono? He aquí una descripción de algunos de los más relevantes.
La deforestación contribuye al cambio climático a través de la liberación de carbono de la biomasa forestal. Por lo tanto, debe promoverse la conservación así como las actividades de rehabilitación de los bosques a efectos de promover tanto la conservación del carbono --en el caso de bosques primarios-- como su absorción --en el caso de los bosques secundarios a los que se permite volver a desarrollarse.
Uno de los principales objetivos de los negociadores de algunos países industrializados en la Convención sobre Cambio Climático es que las plantaciones sean aceptadas como sumideros de carbono en el denominado Mecanismo de Desarrollo Limpio. El razonamiento que utilizan parece ser muy claro: durante su crecimiento los árboles toman dióxido de carbono de la atmósfera y fijan carbono en la madera. De manera que actúan como “sumideros de carbono” y así ayudar a contrarrestar el cambio climático mediante la remoción de dióxido de carbono de la atmósfera. Entonces, ¿cuál es el problema?