Artículos del boletín

El ciclo de represión en India se manifiesta en nuevas reformas a la Ley sobre los bosques, que no solo le darían mucho más poder a la burocracia forestal sino que también pondrían fin a la Ley de los Derechos sobre los Bosques.
La expansión de la palma en Wimbí ya es un hecho. Así también la extracción de madera, cuyo protagonista es el mismo traficante de tierras que permitió la entrada de la palmicultora Energy&Palma. Este nuevo ciclo de despojo amenaza la cultura y sobrevivencia de los comuneros
Los graves abusos cometidos en el Parque Nacional de Salonga por guardaparques financiados por el WWF y otros donantes, son tan solo los últimos eventos en ser documentados. Este es un problema más amplio sobre derechos humanos e intervención colonial en los bosques.
Si antes las organizaciones conservacionistas se dedicaban a recaudar dinero para crear áreas protegidas en bosques supuestamente amenazados de destrucción, hoy éstas forman una verdadera "industria" trasnacional que administra y controla áreas que van mucho más allá de los bosques.
Las ONGs conservacionistas se están asociando cada vez más con empresas que, de hecho, son las principales causantes de desastres ambientales y sociales. Incluso presentan a sus socios empresariales como parte de las “soluciones”. Pero, ¿cuáles son las soluciones que buscan y para quién?
A pesar del hostigamiento de los guardias del Departamento de Bosques, que intentaron impedir a la comunidad de Fulwaripara presentar sus reclamos de sus tierras bajo la Ley de los Derechos sobre Bosques, la comunidad logró hacerlo. Sin embargo, su reclamo no fue finalizado. Ahora se enfrentan otra vez a la amenaza de desalojo.
ONGs conservacionistas que trabajan en Surinam han aumentado la presión sobre el pueblo indígena Wayana. Después de años de tratar a las comunidades del bosque de forma verticalista, los Wayana han decidido buscar su propio camino, uno acorde a su manera de pensar y vivir.
Bajo el disfraz de la “conservación”, los Maasai han sido desplazados y despojados de sus tierras a lo largo de ochenta años, sobretodo en el norte de Tanzania. Este artículo rastrea los orígenes de ese despojo hasta las luchas actuales, que reclaman solidaridad internacional para los Maasai.
La creación de la Reserva de la Biósfera Maya viene legitimando un modelo destructivo: proyectos de infraestructura y energía de la mano de Áreas Protegidas “sin gente”. Mientras que las ONGs conservacionistas engordecen sus carteras, las comunidades campesinas e indígenas son desplazadas o condicionadas a depender de las ONGs y el mercado.
En la Cuenca del Congo, las promesas de conservación participativa y en base a los derechos han fracasado estrepitosamente. Las comunidades que viven en y alrededor de las áreas protegidas confrontan una realidad de despojo, empobrecimiento y violación de los derechos humanos.
Además de los muchísimos daños profundos que las industrias ocasionan en los bosques del mundo, estas conllevan algo más: las fuertes y diversas resistencias que las comunidades que se ven afectadas articulan para defender sus territorios, medios de vida y sustento, culturas y hasta sus existencias. ¡La lucha continúa! (Disponible en suajili).
El WRM dialogó con Kum’tum, un indígena del pueblo Akorá-Gamela de Brasil. Estas son sus reflexiones acerca de su historia y del actual proceso colectivo que aspira a reencontrar y recuperar sus raíces tras haber sido desposeídos de su territorio y su comunidad. (Disponible en suajili).