Asia ha sido la región más afectada por la sustitución de bosques por monocultivos forestales, lo que ha determinado consecuencias negativas tanto a nivel local como global. Los pueblos indígenas y las comunidades locales tienen una larga historia de resistencia a este tipo de desarrollo forestal. A pesar de ello, la forestación para la captura de carbono parece estar en aumento en este continente.
Otras informaciones
La red Oilwatch realizará su Asamblea Internacional los días 1 y 2 de agosto próximos en Durban, Sudáfrica. La Asamblea estará precedida por una pre-conferencia sobre "Dictaduras y Petróleo", que tendrá lugar los días 28 y 29 de julio. Durante estos encuentros, Oilwatch abordará los problemas generados por la industria petrolera en los trópicos y los pasos a dar en apoyo de las comunidades locales que le ofrecen resistencia. Por más información, por favor contactar a la Secretaría Internacional de Oilwatch.
"Las motosierras hablan más fuerte que las palabras" ("Chainsaws speak louder than words") es el título de un nuevo documento informativo publicado (en inglés) por la ONG británica Global Witness en mayo de este año, donde se estudia la situación del sector forestal en Camboya. La publicación analiza el papel del gobierno, los concesionarios y los países vecinos en relación con la reforma del sector forestal que se está dando en ese país. Se suministra información detallada sobre las actividades ilegales de los concesionarios en las cinco Regiones Militares en que se divide el país.
La Fundación Beteguma es una ONG colombiana, con sede en Quibdó en la costa del Pacífico, que busca promover el desarrollo social, cultural y ambiental en el Chocó Biogeográfico a través de actividades de investigación, conservación y producción sustentable con participación de las comunidades locales. El Chocó es uno de los pocos focos destacados ("hotspots") de biodiversidad en el mundo y está sufriendo un proceso de degradación ambiental debido a la corta ilegal de madera y a las violaciones de los derechos humanos que allí se dan.
En mayo de este año el WRM realizó un encuentro en Mount Tamalpais, en las proximidades de San Francisco, California. Entre otros importantes asuntos, en el encuentro se trató el tema de la creciente presión destinada a promover las plantaciones forestales en gran escala como manera de "neutralizar" las emisiones de dióxido de carbono, y se emitió una Declaración donde se detallan las razones para oponerse a dicho enfoque.
Siguiendo una tendencia a nivel mundial, las empresas petroleras en Argentina se han sumado con entusiasmo a la idea de entrar en el mercado de los permisos de carbono como una forma efectiva de aumentar su ingresos y de cambiar radicalmente su imagen frente a la opinión pública: ¡de los chicos malos responsables del calentamiento global a campeones de la conservación de los bosques!
La expansión de monocultivos forestales en Tasmania -que es paradójicamente el centro de origen del Eucalyptus globulus, una de las especies más usadas en los monocultivos forestales en todo el mundo- bajo los Mecanismos de Desarrollo Limpio del Protocolo de Kyoto está provocando gran preocupación en Australia.
Las compañías forestales en todo el mundo están procurando con entusiasmo implementar la idea de establecer plantaciones de árboles en países del Sur bajo los Mecanismos de Desarrollo Limpio del Protocolo de Kyoto, firmado en 1997, para supuestamente secuestrar CO2 de la atmósfera y mitigar así los efectos del calentamiento global . . . a la vez que obtener pingües ganancias.
Como parte de la campaña recientemente iniciada sobre árboles genéticamente modificados (ver Boletín 33 del WRM), Native Forest Network ha creado una lista electrónica para tod@s aquell@s interesad@s en recibir e intercambiar información sobre el tema. La lista es en inglés. Quienes deseen unirse al grupo pueden visitar el sitio web y suscribirse a la lista.
Los árboles genéticamente modificados constituyen una amenaza que se cierne sobre los bosques y otros ecosistemas a nivel mundial. Joint-ventures formadas por gigantes de la biotecnología, la química y el papel, junto a algunos de los mayores terratenientes del mundo, están promocionando el desarrollo de los llamados “Frankentrees”.
Los Tupinikim y Guaraní de Espírito Santo, Brasil, han estado luchando por años contra la poderosa Aracruz Celulose en la defensa de sus tierras ancestrales, que la compañía comenzó a ocupar en 1967. Luego de haber sufrido intimidación y violencia de parte de la empresa y de los militares y habiendo llevado a cabo acciones directas de ocupación de las tierras que les pertenecen históricamente, en abril de 1998 los Tupinikim y Guaraní fueron forzados a firmar un acuerdo con la compañía, el cual es válido por un período de 20 años.
El Banco Mundial no es una estructura monolítica y muchos de sus funcionarios son crecientemente concientes sobre los impactos que los monocultivos forestales a gran escala están teniendo sobre la gente y sobre el ambiente. Sin embargo, hay señales de que a nivel de las altas jerarquías del Banco hay una voluntad de promover dichas plantaciones, ya sea como sumideros de carbono o como proveedores de materia prima para las industrias del papel, de la madera y del aceite de palma.