Artículos del boletín

En la última década las agencias financiadoras han invertido decenas de millones de dólares para mejorar el manejo de los bosques de Laos, con el objetivo declarado de colaborar con el desarrollo rural y la seguridad del sustento. A pesar de estas inversiones, que incluyen proyectos multimillonarios financiados por el Banco Mundial, el gobierno de Finlandia y la Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Sida) entre otros, el mal manejo de los bosques de producción de Laos sigue siendo la norma.
Todo el mundo parece estar de acuerdo acerca de la necesidad de proteger lo que queda de los bosques del planeta … mientras los bosques continúan desapareciendo al mismo ritmo alarmante de siempre. Por lo tanto, resulta crucial distinguir entre quienes están genuinamente comprometidos con la protección del bosque y aquellos cuyos hechos van en la dirección opuesta a sus palabras. Al respecto, la mayoría de los artículos incluidos en este número del boletín del WRM constituyen buenos ejemplos.
El 26 de abril la Academia Sueca de Agricultura y Silvicultura organizó en Estocolmo el seminario “Tilting forest industries from North to South” (“Moviendo las industrias forestales de Norte a Sur”) con el fin de discutir sobre la creciente tendencia de la industria sueca de forestación y celulosa a invertir en países del Sur como Brasil, Uruguay e Indonesia.
Botnia está construyendo la fábrica de celulosa más controvertida del mundo en Fray Bentos, Uruguay. Lo hace con cientos de millones de dólares de los contribuyentes que les llegan a través del Banco Mundial, la agencia finlandesa de créditos para la exportación y el Banco Nórdico de Inversiones. Las ganancias producidas, junto con la celulosa, se exportarán.
La hegemonía del G8 en los foros internacionales como la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático significa que la política climática mundial se define por su compatibilidad con el sistema económico existente más que por su efectividad para reducir las emisiones.
La Asociación Comunidades Ecologistas La Ceiba- Amigos de la Tierra Costa Rica
En el noreste de la República Democrática del Congo se halla el extenso, denso, montañoso bosque tropical de Ituri. Se trata de una zona rica en recursos naturales. Se cosecha madera tropical (legal e ilegalmente) en gran escala. Se están explotando intensivamente los minerales como el oro y el coltán (utilizado en la fabricación de teléfonos móviles), después de haber talado los árboles.
Después de 12 años, poderosas transnacionales mineras no han podido quebrantar la voluntad de los campesinos de la zona de Intag, Cantón Cotacachi, Provincia Imbabura, en el Noroccidente de Ecuador. Esta pesadilla empezó en 1991, cuando un japonés hasta hoy anónimo, comenzó a andar para arriba y para abajo en su vehículo por la zona. Nadie sabía exactamente qué estaba haciendo. Hacia 1995 se supo que lo que hacía el japonés era “prospección minera”, es decir, que estaba a la búsqueda de minerales en el subsuelo.
A fines del año pasado la consultora noruega Norconsult obtuvo un contrato de US$ 1,5 millones para supervisar la construcción de la represa Xeset 2 en el sur de Laos. Norconsult obtuvo el contrato, que está financiado por la Agencia Noruega de Cooperación para el Desarrollo (Norad), sin que hubiera licitación.
En las últimas semanas Uganda ha sido testigo de protestas cada vez mayores contra los planes del gobierno de entregar a SCOUL [Sugar Corporation of Uganda Limited] más de 7.100 hectáreas del Bosque Mabira, reserva natural desde 1932, para el cultivo de caña de azúcar. La tala del bosque podría devastar un medio ambiente frágil y desencadenar la erosión del suelo, resecar el clima y dejar el lago Victoria a merced de la contaminación al eliminar esta zona de amortiguación.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) tiene la tarea de realizar evaluaciones periódicas sobre la situación de los bosques del planeta. Con ese fin ha elaborado diversas definiciones, una de las cuales (obviamente) refiere a qué es lo que se puede considerar un bosque. Ésta debería haber sido una misión relativamente fácil… de no ser porque la FAO decidió definir las plantaciones (incluidas aquellas de especies exóticas) como "bosques plantados".